Los delitos de odio son infracciones penales motivadas por prejuicios hacia grupos particulares de personas. La finalidad es difundir el miedo y los sentimientos de vulnerabilidad entre las personas pertenecientes a las minorías. Como tal, no solo afectan a los individuos directamente, sino a todo el grupo social al que pertenece el individuo. Ciertas comunidades están desproporcionadamente atacadas, debido a su raza, creencia, orientación sexual, género, identidad y / o expresión de género, origen, idioma, discapacidad, estatus social u otras.
El abuso por internet contra las personas LGTBI es una forma particularmente efectiva de atentar contra toda comunidad, ya que no tiene que estar dirigido a una persona concreta, sino que puede verlo cualquiera. Por ejemplo, en forma de tweets, comentarios en publicaciones de Facebook / Instagram, en la sección de comentarios de las noticias o en YouTube; y cualquier otra plataforma usada por personas usuarias o entidades LGTBI. Por lo tanto, las personas LGTBI pueden ser blanco directo e indirecto del abuso por internet.
Además, los delitos de odio a menudo repercuten en las amistades y en la familia de la víctima que temen por sus seres queridos.
Los delitos de odio siempre consisten en dos elementos: una infracción penal y un motivo de sesgo.
Infracción penal:
el acto cometido debe constituir un delito en virtud del derecho penal ordinario.
Motivo de sesgo:
el acto se comete debido a un sesgo perjudicial contra un grupo social en particular. Este motivo no necesita involucrar un “odio” extremo hacia la víctima. La mayoría de los crímenes de odio son impulsados por sentimientos más cotidianos, como hostilidad, resentimiento o celos hacia el grupo objetivo.
Como no existe una definición internacional común de lo que es un delito de odio, no es raro que pase lo mismo con el discurso de odio. Los organismos internacionales identifican el discurso de odio de manera diferente.
La OSCE define los delitos de odio como “infracciones penales cometidas con un motivo de sesgo” (OSCE 2009). Dado que el acto de hablar, sin la promulgación del contenido prohibido, no es un delito (a diferencia de, por ejemplo, homicidio, agresión física o daño a la propiedad), la OSCE argumenta que esta conceptualización excluye el discurso de odio (ODIHR 2009: 25 en RTH 2018).
La definición de la FRA (2016a), por otro lado, haciendo un balance del hecho de que todos los estados miembros de la UE prohíben la incitación a la violencia y el odio, argumenta que “la incitación a la violencia o al odio contra una categoría protegida de personas – comúnmente referida como “discurso de odio”: es un delito y una expresión de discriminación y, por lo tanto, una subcategoría del concepto más amplio de delito de odio” (RTH, 2018).
Es importante señalar aquí que el discurso de odio hace más que ofender a individuos o grupos de individuos. Varios estudios, incluida la encuesta Safe To Be 2018 (enlace), muestran que el discurso de odio puede infundir miedo, ansiedad y odio hacia la misma persona en las personas a las que se dirige, lo que lleva a la depresión, el aislamiento y los pensamientos suicidas.
La LGTBIfobia online se define como cualquier tipo de comunicación o expresión en internet que defienda, promueva o fomente el odio, la discriminación o la violencia contra cualquier individuo o grupo debido a su orientación sexual, identidad de género, expresión de género o características sexuales.
El delito de odio en internet se define como cualquier delito dirigido a una persona en concreto debido a un prejuicio basado en la orientación sexual real o percibida de una persona, identidad de género, expresión de género o características sexuales.
A continuación, se exponen algunos ejemplos de LGTBIfobia online. Algunos de estos incidentes pueden parecer relativamente triviales, como recibir insultos, memes y gifs ofensivos y la no aceptación de la identidad de la persona; pero si esto es algo que experimentas regularmente, puede tener un profundo impacto.
Otros sonarán más graves en sí mismos y podrían ser ilegales, dependiendo del país en el que se resida. Al igual que con los delitos no cibernéticos, si el delito tiene un motivo parcial (es decir, está motivado por prejuicios hacia grupos particulares de personas), podemos referirnos a él como un delito de odio.
Esta lista contiene ejemplos de abuso que miembros de la comunidad LGTBI han recibido en internet, según los resultados de la encuesta online Safe To Be de 2018 (enlace). Estos ejemplos pueden ser ofensivos o herir la sensibilidad de quien la lea. Para obtener más información sobre la encuesta, vaya a (enlace).
1. Pornografía ilegal
Comprar y ver porno no es una infracción penal. Su distribución podría clasificarse como actividad criminal, dependiendo de la legislación. Hacer o distribuir pornografía sin el consentimiento de los participantes o pornografía infantil (con menores de 18 años) siempre es punible.
2. Difundir contenido sexual no consensuado
Tanto la grabación de imágenes sexuales o material de sonido sin permiso, como la distribución o envío de los mismos son delitos punibles.
3. Grooming
Un adulto que contacta a un menor en línea para construir una relación de confianza por abuso sexual es una infracción penal.
4. Sexting ilegal
Nunca debe distribuir imágenes eróticas o grabaciones de sonido de alguien sin el conocimiento y el permiso de esa persona. Ni siquiera si esa persona alguna vez acordó hacer esas grabaciones, pero no estuvo explícitamente de acuerdo en el momento actual. Si lo hace, está castigado por la ley. Si difundes imágenes eróticas de alguien menor de 18 años, la ley siempre te castiga, incluso si tienes su permiso.
5. Apología de odio
Las declaraciones, comentarios o publicaciones que deliberadamente promueven el odio contra cualquier grupo identificable y que ocurren fuera de las conversaciones privadas, se consideran como apología del odio. Estos comentarios pueden ser delitos penales y pueden ser procesados.
6. Ciberacoso
El ciberacoso se considera un delito en virtud de las leyes contra el acoso, la calumnia y el acoso. Puede incluir amenazas de varios tipos, solicitud de sexo, acusaciones falsas, difamación, calumnias, robo de identidad, vandalismo y más. Si eres víctima de ciberacoso, mantén un registro de los mensajes para posibles denuncias. Consulta la sección “seguridad” o “protección de cuenta” para mejorar la seguridad en tus cuentas.
7. Acoso sexual (por internet)
El acoso sexual ocurre cuando el ciberacoso es de naturaleza sexual, lo que significa que hay algún tipo de conducta o actividad sexual no deseada en una plataforma digital. Esto puede incluir una amplia gama de comportamientos que utilizan la tecnología para compartir contenido digital, como imágenes, videos, publicaciones, mensajes, páginas, etc., en una variedad de plataformas diferentes (privadas o públicas).
8. Doxxing
La publicación de información privada o de identificación sobre un individuo en particular sin su consentimiento. Sacar a alguien del armario y el doxxing a menudo pueden estar relacionados entre sí, ya entre la información que se publique puede estar su identidad o expresión de género o su orientación sexual. Puede tener un efecto devastador en el individuo que puede conducir a la ruptura de las relaciones familiares y las amistades, así como a problemas en el trabajo o la escuela.
9. Chantaje
El chantaje en internet es el delito en el que alguien exige dinero u otra compensación a cambio de no revelar información o compartir contenido como imágenes, videos, publicaciones, mensajes, páginas, etc. en diferentes plataformas sin su consentimiento. El chantaje emocional puede incluir a alguien que exhibe un comportamiento controlador o coercitivo hacia un individuo o un grupo de individuos.
10. Amenazas de muerte
Las amenazas de muerte son una forma de coerción en la que alguien amenaza con matar o matar a alguien o a un grupo de personas. Esto se considera una infracción penal.
11. (Amenazas de) Outing
La divulgación del historial de género, orientación sexual o estado de VIH de una persona sin su consentimiento. La excursión y el doxing a menudo pueden superponerse entre sí, ya que aquellos que están doxed a menudo son expulsados simultáneamente a medida que la información se relaciona con su identidad. Puede tener un efecto masivo en un individuo que conduce a la ruptura de las relaciones familiares y las amistades, así como a problemas en el trabajo o la escuela.
12. Amenazas para destruir la propiedad.
Las amenazas de destruir la propiedad son una forma de coerción en la que alguien amenaza con destruir la propiedad de alguien. Esto se considera una infracción penal.
13. Amenazas de agresión sexual.
Las amenazas de agresión sexual son una forma de coerción en la que alguien amenaza con agredir sexualmente a alguien. Esto a menudo se considera una infracción penal.
14.Amenazas de violencia física.
Las amenazas de violencia física son una forma de coerción en la que alguien amenaza con agredir físicamente a alguien. Esto a menudo se considera una infracción penal.
15. Amenazas de violación correctiva
Las amenazas de violación correctiva son una forma de coerción en la que alguien amenaza con violar a alguien debido a su orientación sexual o identidad de género percibida. La violación correctiva se caracteriza por la creencia del perpetrador de que puede convertir a alguien en heterosexual o hacer que se ajusten a los estereotipos de género.
16. Insultos
Los insultos son comentarios irrespetuosos, dañinos o abusivos hacia un individuo o un grupo de individuos. Un insulto en sí mismo no es necesariamente una infracción penal, pero los insultos repetidos pueden convertirse en una forma de casos. Dependiendo de la naturaleza del insulto, también pueden constituir una intención de odio por ser LGTBI.
17. Bullying
El uso repetido o habitual de insultos, coacción, amenazas o intimidación de un individuo o grupo de individuos por internet (en la original pone “online” pero si ponemos aquí que es por internet igual deberíamos poner “ciberbullying” en vez de “bullying”).
18. Difamación
La difamación o calumnia es el acto de dañar injustamente a la persona o la reputación de alguien al publicar o comentar declaraciones falsas sobre ellos. En algunos países, la difamación o la calumnia es una infracción penal.
19. Cybermobbing o dogpiling
El cybermobbing ocurre cuando un grupo de individuos se unen para atacar a una persona. Dogpiling es una situación en la que las críticas o los abusos hacia una persona o grupo han sido coordinados para que se realicen a través de múltiples fuentes o a través de múltiples personas. Los ataques de este tipo pueden ser particularmente dañinos debido a la persistencia y cantidad del abuso.
20. Deadnaming
Cuando alguien se refiere a una persona trans por el nombre que usaba antes de la transición. Cuando el deadnaming es intencional y / o habitual, puede considerarse parte del bullying, doxxing, outing, acoso u otro. El deadnaming en sí mismo no es una infracción penal.
21. Trolear
El troleo es la creación de conflicto en internet provocando peleas o molestando a la gente mediante mensajes incendiarios o que no estén relacionados con los temas a tratar en una comunidad online dada. Básicamente, un troll de las redes sociales es alguien que dice algo controvertido a propósito para provocar a otros usuarios.
22. Provocación al suicidio
Alentar de forma activa y maliciosa a una persona para que termine con su vida.
23. Incitación al odio
Cuando alguien extiende públicamente un mensaje o información en la que un grupo social es amenazado, difamado o insultado debido a alguna característica propia. Por ejemplo, su orientación sexual, identidad de género, raza, color de piel, religión, discapacidad etc.
24. Pornografía de venganza
La distribución de contenido sexual de una persona sin su permiso. Las imágenes o vídeos pueden haber sido realizados por una pareja o expareja con su consentimiento en ese momento y distribuidos en otro momento para chantajear o coaccionar a la víctima, castigarla o silenciarla. La pornografía de venganza es abuso psicológico y puede considerarse como violencia doméstica, violencia de género o una forma de abuso sexual, dependiendo de las circunstancias.
La libertad de expresión es un derecho humano fundamental además de pieza clave de cualquier sociedad democrática. Cuando la libertad de expresión se ve comprometida, también afecta a la democracia. Sin embargo, cuando se utiliza como un escudo protector tras el cual puede prosperar el discurso de odio, necesitamos reevaluar y regular dónde termina el “derecho a provocar u ofender” a otros y comienza el discurso de odio. La libertad de expresión seguirá siendo una ilusión mientras gran parte de la sociedad sea silenciada por la “libertad de expresión” de los demás.
Existe una delgada línea entre el discurso de odio y la libertad de expresión, especialmente por internet. Dicho esto, se puede hacer una distinción clara entre los dos. Por ejemplo, tomemos un comentario, una publicación, un texto o un meme y tras analizar su propósito, podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿incita el odio y la discriminación hacia los demás, o fomenta el debate?
La cooperación internacional y la sensibilización son esenciales. Para preservar tanto la libertad de expresión como la libertad de no ser discriminados, todos los usuarios de internet deben ser conscientes del impacto que pueden llegar a tener sus contribuciones.
